Ministerio de Bienvenida

by | Sep 15, 2022

Desde Abril del 2022 más de 45 buses han llegado a DC trayendo miles de refugiados desde la frontera de Texas y Arizona, la gran mayoría hombres pero también familias con niños y bebés. Diversos centros comunitarios o religiosos en DC cerca de Metro Station, aceptaron ofrecerse como lugares para darles una bienvenida digna, un lugar donde pueden descansar y asearse. Esta ayuda es crítica ya que han llegado después de un viaje de 30 horas.

La Iglesia Episcopal St. Thomas, Dupont Circle decidió dar un paso más al ver la necesidad de los inmigrantes que llegaban y les dio comida, ropa y ofreció para ellos una eucaristía en español. Los días en que se celebra el Ministerio de Bienvenida, se les sirve a los inmigrantes desayuno y se les da artículos de aseo, mientras Mutual AID, una non profit, les buscan sus boletos para su próximo destino donde tienen un amigo o familiar donde puedan empezar sus vidas. Mientras esperan, algunos se dirigen a un lugar de la parroquia donde hay ropa donada, clasificada por sexo y edades, y artículos de higiene personal para llevar.

Adicionalmente, desde julio se empezó a ofrecer un servicio en español en la parroquia. En una invitación abierta a los refugiados y se les invita a participar de la Santa Eucaristía. Se empezó con mucha voluntad y sin muchos recursos, un boletín bilingüe, cantantes hispanos espontáneos y con diáconos voluntarios. El servicio es una oportunidad de dar gracias a Dios por haber llegado vivos y sanos. Es una experiencia conmovedora porque es el momento en que recuerdan a quienes en el camino no lograron superar la jungla o las corrientes del río. Así mismo reciben una bendición para continuar el camino.

La realidad de tener inmigrantes recién llegados aquí en Washington, DC, la mayoría hispanohablantes de Venezuela, es algo que va más allá de lo que muchas veces escuchamos solo en las noticias o leemos en los libros o incluso a través de testimonios familiares o en nuestras iglesias. Estos viajeros empiezan desde cero: llegar a un nuevo país donde no hablan el idioma y no saben por dónde empezar. Las congregaciones latinas diocesanas formadas por inmigrantes de primera y segunda generación pronto decidieron que debían tener la oportunidad de dar la mano a sus hermanos recién llegados.

Es así que en agosto, empezamos a buscar voluntarios, ropa nueva en buen estado, así como algunos artículos sencillos como bolsas o cintos. Colocamos cajas en cada iglesia y nos organizamos para hacer llegar estas donaciones a St. Thomas.

Las congregaciones latinas respondieron con generosidad: en agosto San Esteban y la Encarnación y Misión Buen Pastor participaron donando su tiempo. En septiembre San Mateo ayudó con donaciones y voluntarios. También han llegado donaciones de La Ascensión, San Albano, Nuestro Salvador y están calendarizados para llegar en diferentes fechas en un plan hasta noviembre.

Un porcentaje de personas llegan sin ningún contacto ni familiares en ninguna parte del país. Ellos son acompañados a una casa privada durante unos días o a un hotel o motel en DC o Maryland, donde pueden permanecer por un período limitado de tiempo. Los equipos de Mutual AID no pueden atender completamente las necesidades de las personas que se alojan allí, sin un plan de acción futuro, ya que ese equipo se centra cada día en la llegada del próximo autobús y los desafíos de ese grupo de refugiados.

La tarea es grande pero creemos en el deber cristiano de dar la bienvenida al extranjero.

Araceli Ma, Asistente diocesana de comunicaciones latinas