Absalom Jones y la Iglesia Negra hoy

Absalom Jones y la Iglesia Negra hoy

La vida y el legado del Reverendo Absalom Jones es un testimonio de la resistencia del espíritu humano, su fe y su compromiso con las causas de la libertad, la justicia y la autodeterminación.
Desde el sitio web de The African Episcopal Church of St. Thomas

El 13 de febrero, la Iglesia Episcopal conmemora la vida y el ministerio de Absalom Jones, el primer afroamericano en ser ordenado en la Iglesia Episcopal.

El 29 de enero, la Convención Diocesana aprobó una resolución que dirige nuestras energías colectivas hacia la revitalización y el empoderamiento de las iglesias negras y los feligreses negros en la Diócesis de Washington.

Estoy convencida de que estos dos acontecimientos están relacionados. La iglesia Absalom Jones fundada en Filadelfia es una de las Iglesias Episcopales Negras más vibrantes del país. Ruego a Dios que el espíritu, la fe y el compromiso de Absalom Jones guíen nuestro trabajo.

Para aquellos que no conocen su historia, Absalom Jones nació en la esclavitud en Delaware el 6 de noviembre de 1746. Mientras estaba esclavizado, aprendió a leer. Cuando la familia que lo esclavizó se mudó a Filadelfia, pudo trabajar por las noches y guardar para sí sus ganancias. En 1770 se casó con Mary Thomas, una mujer esclavizada, y compró su libertad para que ella y sus hijos pudieran ser libres. 14 años después, obtuvo su propia libertad a través de la manumisión.

Con su amigo Richard Allen, Absalom Jones organizó la Sociedad Africana Libre. Tanto Jones como Allen también fueron predicadores de la Iglesia Metodista de San Jorge, una congregación racialmente mixta. A medida que crecía la membresía negra, los ancianos blancos respondieron segregando la adoración, requiriendo que los negros se sentaran en el balcón.

Un domingo por la mañana, cuando Absalom Jones estaba orando en un banco delantero, un ujier intentó sacarlo a la fuerza. Jones se resistió, terminó sus oraciones y salió de la iglesia. Todos los miembros negros siguieron y juntos formaron una nueva congregación. Richard Allen eligió establecer una iglesia negra independiente, la cual se convertiría en una nueva denominación, la Iglesia Episcopal Metodista Africana (AME). Jones permaneció como líder de lo que se convirtió en la Iglesia Episcopal Africana de Santo Tomás. En 1802, Jones fue ordenado sacerdote episcopal.
El ministerio de Absalom Jones fue uno de compasión, defensa política y creación de instituciones. Fue un predicador convincente y organizador comunitario. Ayudó a establecer dos escuelas. Él y Richard Allen, a petición del alcalde de Filadelfia, reunieron a los residentes negros para cuidar a los enfermos y moribundos durante una epidemia de fiebre amarilla. Él y otros solicitaron al Congreso de los Estados Unidos que pusiera fin al comercio de esclavos africanos. La actual congregación de St. Thomas, en Filadelfia, celebra cada año su fiesta con gran orgullo, al igual que muchas iglesias y diócesis episcopales de todo el país.

La historia de las congregaciones negras en la Iglesia Episcopal, incluyendo la Diócesis de Washington, es complicada, marcada por el racismo y la autodeterminación negra. Muchas fueron establecidas justo después de la Guerra Civil, algunas con el apoyo de las congregaciones blancas, otras por su cuenta. Se plantaron más en los años de Jim Crow y la estricta segregación de viviendas, cuando a los negros no se les permitía vivir en la mayoría de los vecindarios y en las partes más ricas de las pequeñas ciudades.

Cuando las leyes de vivienda cambiaron, muchas de las familias fundadoras de congregaciones negras se mudaron a comunidades con mayores oportunidades educativas y económicas. La huida blanca resultante restableció la adoración segregada, ya que las congregaciones anteriormente blancas se volvieron predominantemente negras. Esa tendencia se aceleró con los recién llegados de la diáspora africana que encontraron en nuestras iglesias episcopales la Iglesia Anglicana de la que formaban parte en casa. La mayoría de nuestras iglesias históricas negras están ahora en vecindarios cuyas poblaciones han cambiado de nuevo, y como sucede con la mayoría de las iglesias episcopales, la membresía de todas las congregaciones predominantemente negras está envejeciendo.

Por supuesto, muchos episcopales negros ahora eligen libremente adorar en congregaciones predominantemente blancas y viceversa. La realidad multicultural y multirracial de nuestra Diócesis la convierte en uno de los lugares más interesantes y complejos para hacer esta importante labor de reconocimiento racial y revitalización congregacional. En toda la Diócesis nos esforzamos por llegar a un acuerdo con nuestra complicidad en el racismo sistémico y las inequidades raciales.

Martin Luther King, Jr. se lamentó una vez de que las 11 a.m. del domingo era la hora más segregada en los Estados Unidos. En muchas de nuestras iglesias eso continúa siendo una realidad.

Hubo una vez 11 congregaciones en la Diócesis de Washington fundadas por o en nombre de personas negras; 7 permanecen, todas en Washington, DC con la excepción de St. Phillip’s, en el Condado de Prince George’s. Hay 15 congregaciones adicionales que fueron establecidas originalmente para episcopales blancos que ahora son predominantemente negras y multiculturales.

Por lo tanto, la resolución aprobada en la Convención Diocesana en enero nos pide que consideremos la experiencia vivida y las posibilidades futuras para más del 20 por ciento de las congregaciones de EDOW. Hay una gran diversidad entre ellas, así como líderes talentosos y ricas ideas de las que todos nos beneficiaremos. Ellas merecen nuestra atención colectiva como parte del esfuerzo general de la revitalización congregacional. La acción de la Convención Diocesana nos hará responsables de esta labor.

La resolución pide la creación de un grupo de trabajo compuesto por miembros de congregaciones negras. El grupo de trabajo está encargado de hacer recomendaciones al Consejo Diocesano antes de septiembre del 2022 para el mejoramiento, revitalización y empoderamiento de las iglesias y feligreses negros.

El grupo de trabajo, una vez nombrado, se basará en el buen trabajo del capítulo de Washington de la Unión de Episcopales Negros. Abordará las nuevas realidades que enfrentan todas nuestras congregaciones y dinámicas únicas de la iglesia negra. Hay recursos más allá de la Diócesis para aprovechar, incluyendo el ejemplo de la iglesia que Absalom Jones fundó.

El Consejo Diocesano ahora está aceptando solicitudes para este importante Grupo de Trabajo. Los miembros serán de congregaciones históricamente o predominantemente negras. Por favor, considere si Dios puede llamarle a usted o a alguien que usted conoce para servir en este grupo. Este será un trabajo emocionante y desafiante en un momento guiado por el Espíritu y que no debe perderse.

Absalom Jones and The Black Church Today

Absalom Jones and The Black Church Today

The life and legacy of The Reverend Absalom Jones is a testament to the resilience of the human spirit, his faith, and his commitment to the causes of freedom, justice and self-determination.
From the website of The African Episcopal Church of St. Thomas

On February 13, The Episcopal Church commemorates the life and ministry of Absalom Jones, the first African American to be ordained in The Episcopal Church.

On January 29, Diocesan Convention passed a resolution that directs our collective energies toward the revitalization and empowerment of Black churches and Black parishioners in the Diocese of Washington.

I am persuaded that these two events are related. The church Absalom Jones founded in Philadelphia is one of the most vibrant Black Episcopal Churches in the country. I pray that Absalom Jones’ spirit, faith, and commitment will guide our work.

For those who don’t know his story, Absalom Jones was born into slavery in Delaware on November 6, 1746. While enslaved, he learned to read. When the family that enslaved him moved to Philadelphia, he was able to work evenings and keep his earnings for himself. In 1770 he married Mary Thomas, an enslaved woman, and he purchased her freedom so that she and their children might be free. 14 years later, he obtained his own freedom through manumission.

With his friend Richard Allen, Absalom Jones organized the Free African Society. Both Jones and Allen were also preachers at St. George’s Methodist Church, a mixed-race congregation. As the Black membership grew, White elders responded by segregating worship, requiring that blacks sit in the balcony.

One Sunday morning, as Absalom Jones was praying in a front pew, an usher attempted to forcibly remove him. Jones resisted removal, finished his prayers, and walked out of the church. All the Black members followed and together they formed a new congregation. Richard Allen chose to establish an independent Black church, what would become a new denomination, the African Methodist Episcopal Church (AME). Jones remained as leader of what became The African Episcopal Church of St. Thomas. In 1802, Jones was ordained an Episcopal priest.

Absalom Jones’ ministry was one of compassion, political advocacy and institution building. He was a compelling preacher and community organizer. He helped establish two schools. He and Richard Allen, at the request of Philadelphia’s mayor, rallied Black residents to care for the sick and dying during a yellow fever epidemic. He and others petitioned the U.S. Congress to end the African slave trade. The present day congregation of St. Thomas’, Philadelphia celebrates his feast day each year with great pride, as do many Episcopal churches and dioceses around the country.

The history of Black congregations in The Episcopal Church, including the Diocese of Washington, is complicated, marked by racism and Black self-determination. Many were established right after the Civil War, some with support of White congregations, others on their own. More were planted in the years of Jim Crow and strict housing segregation, when Black people were not allowed to live in most neighborhoods and the more affluent parts of small towns.

When housing laws changed, many of the founding families of Black congregations moved to communities with greater educational and economic opportunity. Resulting White flight re-established segregated worship as formerly White congregations became predominantly Black. That trend accelerated with new arrivals from the African diaspora who found in our Episcopal churches the Anglican Church they were part of at home. Most of our historic Black churches are now in neighborhoods whose populations have shifted again, and as with most Episcopal churches, the membership of all predominantly Black congregations is aging.

Of course many Black Episcopalians now freely choose to worship in predominantly White congregations and vice-versa. The multicultural, multi-racial reality of our Diocese makes it one of the more interesting and complex places to do this important work of racial reckoning and congregational revitalization. Across the Diocese we are all striving to come to terms with our complicity in systemic racism and racial inequities. Martin Luther King, Jr. once lamented that 11 a.m. on Sunday morning was the most segregated hour in America. In many of our churches, that reality remains.

There were once 11 congregations in the Diocese of Washington founded by or on behalf of Black persons; 7 remain, all in Washington, DC with the exception of St. Philip’s in Prince George’s County. There are 15 additional congregations that were originally established for White Episcopalians that are now predominantly Black and multicultural.

Thus the resolution passed at Convention this January asks us to consider the lived experience and future possibilities for over 20 percent of EDOW’s congregations. There is great diversity among them, as well as gifted leaders and rich insights from which we will all benefit. They deserve our collective attention as part of the overall effort of congregational vitality. The Convention’s action will hold us accountable to this work.

The resolution calls for the creation of a task force, composed of members from Black congregations. The task force is commissioned to make recommendations to the Diocesan Council by September 2022 for the enhancement, revitalization, and empowerment of Black churches and Black parishioners.

The task force, once named, will build upon the good work of the Washington chapter of the Union of Black Episcopalians. It will address the new realities facing all our congregations and dynamics unique to the Black church. There are resources from beyond the Diocese to draw upon, including the example of the church that Absalom Jones founded.

The Diocesan Council is now accepting applications for this important Task Force. Members will be from historically Black or predominantly Black congregations. Please consider if God may be calling you or someone you know to serve. This will be exciting, challenging work in a Spirit-led moment not to be missed.